El pasado 2011 fue un año, a todas luces, potente en lo que se refiere a estrenos: Uncharted 3, Skyrim, Saint’s Row The Third, Portal 2, Dark Souls, Dead Space 2, Pokemon B&N, el remake del OoT… Aunque quizás se tengan más presentes los 3 primeros porque salieron en temporada alta (hace menos de 3 meses, vaya), todos han sido juegos impresionantes. Entre los pesos pesados del año, se encontraba el que nos ocupa hoy.
La historia de Adam Jensen se desarrolla en el año 2027. Este es, a mi parecer el agujero argumental más grande (y prácticamente el único), porque viendo la tecnología que hay en esa época cuesta creer que en 15 años vamos a tener armas de plasma, helicópteros futuristas y una industria de aumentos pero también hay que comprender que este juego tiene un trasfondo: es la precuela del Deus Ex, que tiene lugar en 2055 y cuenta con una tecnología aún más futurista, por lo que no podían acercar demasiado las fechas.
Aclarado esto, que me mosqueaba bastante hay que decir que al juego no le falta casi nada. Es una mezcla de géneros que no había visto antes, y he de admitir que no les ha salido nada mal:
-Componente Shooter:
Hay una selección de más de 20 armas disponibles, con mucha variedad: desde un revólver a una ballesta a un rifle láser. Todas ellas tienen posibilidad de mejora como munición explosiva para el revólver o un calculador de parábolas para la ballesta o el rifle tranquilizante (que corrige el efecto de la gravedad y no tienes que usar la cuenta de la vieja para ver si le das o no).
La IA es bastante puta: los soldados se organizan relativamente bien y es prácticamente imposible salir ileso de una situación de fuego cruzado. Si te despistas, te pueden hacer un headshot y dejarte seco de UN tiro de escopeta o revólver. Un consejo: CÚBRETE.
-Componente Sigilo:
Aquí se demuestra que Rambo no es siempre la mejor opción. Hay un logro/trofeo en el juego que implica no disparar ninguna alarma, y aunque conseguirlo tiene que ser peor que un dolor de muelas crónico la exploración, el evitar combates y dejar secos a tus enemigos sin que sepan de tu existencia proporcionan satisfacción doble: personal y en (muchos) puntos de experiencia (PE). Lo que nos lleva al:
-Componente Rol:
Aunque pueda resultar un poco extraño a primera vista, el juego tiene un factor rol de bastante peso. Cualquier acción (eliminar enemigos, terminar misiones, descubrir ubicaciones) tiene un valor en PE, que se suele ver aumentado si hacemos virguerías más o menos importantes (tiros en la cabeza, derribos dobles, finalizar una misión sin que ningún guardia nos haya visto). Por cada cierta cantidad de PE desbloquearemos una Praxis, lo que permite a Adam Jensen mejorar o activar uno de sus muchos aumentos.
Los aumentos le permiten ver a través de las paredes, correr a toda leche, ser inmune a las caídas de cualquier altura, volverse invisible e inutilizar cualquier tipo de granada que le caiga entre muchas, muchas coas más. Algunos están orientados al combate como el sistema Tifón (que dispara en todos los ángulos unas bolitas metálicas que tienen la mala costumbre de matar) o el blindaje dérmico, otros son imprescindibles para el sigilo como el Glasshield, que te vuelve invisible o las distintas herramientas de pirateo. También hay uno exclusivamente social, el CASIE, que analiza cómo reacciona la gente ante tus comentarios en determinadas conversaciones y es bastante recomendable ya que hace de los minijuegos sociales un juego de niños.
Ahora viene el tema ético: por un instante imagínate que te levantas en mundo donde hay gente que PUEDE hacer todo esto. Además de que las corporaciones tienen más poder que nunca mientras los países como tal se derrumban, ¿crees que ese tipo de cirugías está al alcance de la gente de a pie? ¡Claro que no! Los ricos pueden permitírselo, y al estar aumentados sus posibilidades de trabajo se multiplican, agravando así la diferencia entre pobreza y riqueza. Además, algunos pacientes que se implantan aumentos sufren un rechazo más o menos grande por lo que deben inyectarse neuropocina. Una droga, bastante cara por cierto que evita que sufras horriblemente porque tu organismo intente expulsar los trozos de metal o plástico que te has introducido en el cuerpo. Todos esto supone que una parte de la población esté radicalmente en contra de la nueva tecnología, pero luego está su cara amable: el transhumanismo.
Una época en la que los seres humanos pueden romper los límites impuestos por la mismísima naturaleza gracias a su ingenio, donde se puede ser más y mejor: donde puedes pensar con mayor fluidez, estar conectado a internet desde tu propio cuerpo, tener una fuerza sobrehumana… Las posibilidades son infinitas. Y el rechazo no es norma: Adam, sin ir más lejos, no tiene la menor necesidad de neuropocina, su cuerpo y la máquina son uno. Si se investiga con él, el calmante será cosa del pasado y no será necesario tanto alboroto. Es más, si se permite que la ONU le ponga la zancadilla a la tecnología de aumentos, su difusión y capacidad de mejora para miles de vidas se verá truncada.
El juego te presenta bastantes malabarismos entre una y otra opción, continuamente. Un elemento genial por parte de los desarrolladores es el libre albedrío que te permite el juego. Hay una cantidad aceptable de misiones secundarias, puedes ir a lo terminator en el combate o ser un ninja, y a la hora de las conversaciones sueles tener opciones para todos los gustos (dentro, claro, de la personalidad de Adam). La posibilidad de ver un mundo complejo donde se ven a políticos y empresarios luchando por el poder, a la gente de calle viviendo su vida, de encontrarte unas converse en la calle o de visitar los bajos fondos siempre está ahí e hizo que me pasase lo nunca antes ocurrido con un juego: creerme el mundo en el que estoy. Las ciudades y toda la gente que te presenta son entornos completamente creíbles, y puedes ver lo mejor y lo peor del ser humano. Además, sueles ser bastante libre. En el mismísimo final tienes hasta cuatro opciones a elegir: yo las llamo Justicia, Verdad, Orden y Paz.
Toda esa variedad me dejó muy satisfecho durante y después de mi experiencia como jugador. OJO, un matiz. No es una variedad de juego tipo Skyrim, con mil cavernas y misiones secundarias que experimentar. El juegos es amplio pero como shooter, ya que como rol se queda bastante cortito. Me refiero más bien a la libertad para terminar una misión de distintas formas, a darle la gente jarros de agua fría o cargarte a un personaje que puede tener relevancia luego en la historia, esos detalles.
Y ya va siendo hora de que tras tanta prosa (densa, como suele ser la mía), llegue el momento más ligerito de la entrada.
ASÍ SE HACE UN TRAILER, HOMBRE
Un nombre que se me ocurrió para comentarle a Jack (gracias por prestármelo, por cierto) mi opinión del juego era Metal Gear Effect Evil 4. Metal Gear porque, a pesar de la importancia de las armas importa mucho más el saber despistar a los guardias y por la trascendencia mundial de la trama. Effect, por la variedad de opciones a la hora de desarrollar una charla y Evil 4, porque conservó el único ingrediente objetivamente bueno del RE4: su menú.
Hablando del tema, ¿Os imagináis que sacasen un crossover?